Las impresoras 3D es un proceso innovador y muy nuevo y la comprensión tanto de su tecnología como de su aprendizaje es complejo y hay que recurrir a especialistas, aunque en los medios de comunicación se sitúe entre las tendencias del “hazlo tu mismo” o se difunda que es la próxima revolución industrial en el “hazlo en casa”, la realidad es que se requieren conocimientos técnicos concretos.
Este tipo de impresoras son un dispositivo que puede imprimir objetos en tres dimensiones. Para ello, es necesario programarla con software específico, indicando las medidas concretas del objeto en 3D y añadir exactamente la cantidad de material plástico necesario. Las más frecuentes son las que utilizan materiales termoplásticos como el PLA o el ABS.
La verdadera revolución que presenta esta tecnología reside en dos cuestiones principales: la primera, es que permite “reproducir” objetos, haciéndolos mucho más precisos e idénticos; la segunda, se pueden fabricar objetos nuevos y diseñados con programas de diseño 3D.
Las posibilidades de negocio que ofrecen las impresoras 3D son amplias, teniendo cabida en diferentes sectores, por eso es una oportunidad la de poder trabajar con un grupo de jóvenes desde esta perspectiva.